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SOSTENIBILIDAD | 03.12.2025

Oficinas accesibles, un paso adelante hacia la inclusión laboral

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En un mundo laboral cada vez más diverso, la accesibilidad se ha convertido en un principio fundamental para la igualdad de oportunidades. La creación de espacios de trabajo inclusivos implica garantizar que nadie quede atrás y que cada persona, independientemente de sus capacidades, pueda contribuir plenamente en la misión de su empresa. En MAPFRE nos comprometemos a que la inclusión sea una realidad en todos nuestros entornos profesionales.

Cada mañana, millones de personas llegan a sus oficinas con la esperanza de tener un buen día. Para algunas, basta con un café y una agenda bien organizada. Para otras, eso depende de si la puerta tiene el ancho suficiente para su silla de ruedas o de si pueden escuchar claramente una videollamada.

Los adultos pasamos alrededor de un tercio de nuestra vida trabajando. En ese espacio queremos construir relaciones, resolver problemas y desarrollarnos profesionalmente, no sentirnos frustrados día tras día porque el espacio en el que trabajamos no está adaptado a nuestras necesidades.

Para que la experiencia laboral sea justa, necesita ser accesible para todos. Ahora bien, ¿qué hace que una oficina, o espacio de trabajo similar, sea realmente acogedora? No se trata de poner más máquinas de café o mobiliario de diseño. Se trata de que cada profesional, sin importar su capacidad física, edad, origen o condición, pueda desarrollar su talento sin barreras.

En un contexto global marcado por la diversidad de talento, está claro que la accesibilidad del siglo XXI es mucho más que una exigencia legal: es la piedra angular de una cultura corporativa realmente inclusiva. Según la Organización Mundial de la Salud, hoy en día más de 1.000 millones de personas (el 15 % de la población mundial) viven con alguna forma de discapacidad. Esta cifra continúa en aumento debido al envejecimiento poblacional y a la mayor prevalencia de enfermedades crónicas (diabetes, cáncer, trastornos mentales…).

No obstante, a pesar de los avances normativos y tecnológicos, la realidad muestra que la inclusión laboral de las personas con discapacidad sigue siendo una asignatura pendiente a nivel global. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta que solo el 36 % de las personas con discapacidad participa activamente en el mercado laboral, frente al 60-75 % de las personas sin discapacidad. Detrás de esas cifras hay talento, motivación y diversidad desaprovechadas.

En la Unión Europea, el reto sigue siendo evidente. Cerca de 107 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad, según datos de Eurostat, pero su tasa de empleo apenas alcanza el 50 %, y una de cada cuatro vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Por este motivo, una mejora del entorno laboral no solamente beneficia a quienes hoy tienen una discapacidad, sino a toda la fuerza laboral presente y futura.

En la Unión Europea, cerca de 107 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad, pero su tasa de empleo apenas alcanza el 50 %

En este sentido, la Estrategia Europea de Discapacidad 2021-2030 y el Acta Europea de Accesibilidad, que entró plenamente en vigor en 2025, buscan garantizar que todos los ciudadanos, incluyendo aquellos con discapacidades, puedan acceder sin obstáculos a bienes y servicios clave. Pero las leyes, por sí solas, no bastan. La verdadera inclusión se construye día a día, dentro de las empresas.

En MAPFRE somos conscientes de que «la revolución empieza en casa», es decir, por nuestros propios espacios de trabajo y prácticas internas. Por eso, venimos impulsando iniciativas concretas para asegurar que nuestras oficinas, sucursales y herramientas corporativas sean cada vez más accesibles. Actualmente hemos implantado en todos los países donde operamos el Programa Global de Discapacidad e Inclusión, con medidas orientadas a potenciar la inclusión de las personas con discapacidad en nuestra empresa. Este programa se apoya en objetivos claros, como promover un entorno laboral inclusivo para empleados con discapacidad, posicionarnos como una empresa inclusiva líder en este ámbito, incrementar la presencia de profesionales con distintas capacidades en nuestra plantilla y mejorar la calidad de vida tanto de estos empleados como de sus familiares.

Un hito importante de nuestro compromiso es la meta que nos fijamos para 2024: alcanzar al menos un 3,5 % de empleados con discapacidad a nivel global. Con orgullo podemos decir que a finales de 2022 ya habíamos logrado este porcentaje de representación en la plantilla. Hoy, la cifra supera el 4 %. Esto se traduce en alrededor de un millar de personas con discapacidad aportando su talento en las diferentes unidades de MAPFRE.

Actualmente, más del 4 % de la plantilla de MAPFRE está formada por personas con discapacidad

Asimismo, más de 3.000 empleados de MAPFRE participaron el año pasado en actividades de formación y voluntariado vinculadas con diversidad, accesibilidad y sensibilización. Estas acciones nos ayudan a entender mejor las realidades de los demás, además de transformar la cultura interna, con el objetivo de que la inclusión deje de ser un programa y se convierta en una forma natural de trabajar.

Hoy, en MAPFRE convivimos cinco generaciones y 83 nacionalidades distintas. Somos reflejo del mundo que aseguramos. Conscientes de que la verdadera inclusión exige un esfuerzo continuo, mantenemos nuestra adhesión a la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT y a la Carta de la Diversidad Europea, lo que refuerza nuestro compromiso de hacer que cada oficina, cada herramienta y cada proceso sean accesibles para todos.

Porque no se trata solo de tener empleo, sino de poder desempeñarlo en condiciones que respeten nuestras capacidades, nuestros ritmos y nuestras necesidades. Lo primero es abrir la puerta del mercado laboral, pero sigue garantizar que, una vez dentro, cada persona pueda moverse con libertad, trabajar con autonomía y sentirse parte de un entorno que la valora. La accesibilidad en los espacios de trabajo no es una cuestión técnica. Es una cuestión de dignidad. Y por eso, en MAPFRE, la asumimos como un compromiso real con la inclusión.

 

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